martes, 16 de agosto de 2011

Panamá, Bocas del Toro




                                          ¡¡¡¡Darle al "play"!!!!






Hola a todos los que me leéis! Ya hace tiempo que no escribo y no ha sido por falta de ganas, más bien por falta de tiempo. El mes pasado fue un mes intenso, mucho trabajo, cursos, dentista, nueva gente en mi vida....y este cúmulo de cosas han hecho que dejara de lado el blog y me centrara en poner un poco en orden mi desordenada vida. No voy a decir que lo he logrado...mentiría, sigo siendo la misma loquita de siempre y todas las papeletas apuntan a que lo seguiré siendo, pero hay muchas cosas dentro de mi han cambiado y que quizá solo mi gente,la más allegada pueda percibir.

Centro américa está siendo una experiencia fuerte y única en mi vida y que no cambiaría por nada del mundo a pesar de que ha habido momentos feos y un poco duros pero que me han hecho madurar, y por supuesto también ha habido momentos increíbles e intensos....pero "ahorita" no es el momento de hacer balance de estos meses...."ahorita" es el momento de hablar de uno de esos grandes momentos....



Una de las ventajas que tenemos la gente que nos vamos a latinoamérica es que renovar el visado es muy fácil, tan solo hay que salir del país y volver a entrar para tener 3 meses más de permiso, así que para solucionar esto no me quedó más remedio (noten la ironía amigos jajaj) que irme tres días a Panamá, exactamente a Bocas del Toro. Me preparé una mochila y me fui. Acababa de llegar de un curso de una semana en una reserva natural que había sido realmente motivante y volver al trabajo en el laboratorio de crianza se me había hecho ya muy pesado. Necesitaba viajar sola para pensar y tomar decisiones y para volver al trabajo con las pilas bien cargadas y poder dar lo mejor de mi. 
Cuando viajas solo, eso de "solo", es muy relativo porque siempre acabas conociendo gente y lo que piensas que va a ser un viaje de meditación al final se acaba convirtiendo en como digo yo "una cotarrada". Por el camino conoces a gente realmente interesante, a veces es una lástima coincidir con gente solo durante unas horas, sabes que ya no las vas a volver a ver, pero su recuerdo se irá contigo, intercambias correos, facebook y conversaciones y a la mañana siguiente cuando te despiertas ya no están, otras veces ocurre lo contrario y la que se va eres tú. Es una pena cuando te hubiera gustado compartir más tiempo con cierta persona, por ejemplo, el primer día que llegué conocí a un Argentino, me hubiera encantado que se quedara un día más...pero él al día siguiente se iba a Costa Rica y de ahí a Nicaragua hasta México...nunca se lo dije.
El segundo día que estuve en Bocas me fui en bus y luego en lancha a la playa de las estrellas. Lo bueno de viajar sola es que todo el mundo habla contigo. El chico que conducía la lancha se ofreció a dejarme que la condujera para hacerme unas fotos, yo muy ilusionada acepté sin dudarlo, con tan mala suerte que cuando estaba atravesando los asientos la lancha hizo un movimiento brusco y yo me tropecé para adelante y puse sin querer la mano en todo el miembro viril del lanchero para no caerme al agua. Total, me entró el ataque de risa, y claro, toda la lancha mirándome con cara rara y yo sin poder parar de reír...después de esas el lanchero ya no dejaba de hablarme y hasta se ofreció a ir a por unas gafas y un tubo para que pudiera bucear.
Mi tarde de playa se terminó con la tormenta, tuve que volver al hostel escuchando raeggeton en la buseta. Por la tarde y por la noche estuve bebiendo cerveza con una suiza, dos portugueses y dos panameños hasta casi la una de la mañana.
A la mañana siguiente debía tomar el único bus que había para San José, debo decir que no me sonó el despertador, me desperté de puro milagro y con el tiempo ya justo. El trayecto hasta San José lo hice con una Argentina, ella también había estado en Bocas y se iba unos días a Costa Rica y luego a los Estados. Era viernes, hubiera dado cualquier cosa por quedarme hasta el domingo....pero el sábado tenía ya pagado un curso de mariposas y tenía una rave pendiente ya desde hacía casi mes y medio...llegué a casa después de 12 horas de viaje. No había meditado nada, seguía y sigo con el mismo "cacao" en la cabeza...pero no me importaba en absoluto...había conocido gente nueva, visitado un país nuevo y renovado la visa...y con eso ya era más que suficiente para entrar en casa con una sonrisa....

"Aquel viaje que no ha dejado huella en tu corazón jamás fue un viaje...."






































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